Aston Martin le quita el techo al Vanquish

La firma británica ha presentado la versión descapotable del superdeportivo, convirtiéndolo en uno de los modelos más rápidos y exclusivo de su catálogo.

Foto cortesía Aston Martin Media

Si para muchos el Aston Martin Vanquish era un modelo realmente exclusivo, su nueva variante descapotable bautizada bajo el nombre de Aston Martin Vanquish Volante 2025, dejará a los amantes de la firma británica pensando en como denominar a esta nueva criatura.

Como bien reza la propia Aston Martin en su comunicado, el Vanquish Volante es el último miembro de una saga de descapotables legendarios, caracterizados por sus diseños, sus detalles exquisitos y su exclusividad.

No en vano, a lo largo de los 60 años de historia del apellido Volante, la gran mayoría de modelos que lo han portado apenas han llegado a una producción que no supera las 50 unidades.

El Aston Martin Vanquish Volante 2025 conserva buena parte de los detalles que ya sorprendieron en el Vanquish, como por ejemplo las aberturas del capó que intervienen activamente en la refrigeración del motor.

Sin embargo el modelo presenta algunas novedades que son díficiles de apreciar a primera vista, como por ejemplo las rejillas de ventilación en el paragolpes delantero, que redirigen el aire frío sobrante hacia los frenos.

No obstante lo más llamativo está en su capota, que se pliega en forma de 'K' y vuelve a marcar la referencia por su rapidez, tardando apenas 14 segundos en abrirse y 16 en volver a cerrarse.

Una vez cerrada, la marca asegura que la capa de asilamiento acústico que incorpora permite lograr un nivel de sonoridad y confort comparable al del Vanquish coupé. Asimismo, el sistema eléctrico que acciona la capota puede activarse hasta una velocidad de 50 km/h, e incluso se puede hacer desde fuera del coche utilizando la llave.

Bajo su alargado capó se aloja un motor V12 de 5,2 litros y doble turbocompresor, capaz de entregar 835 CV de potencia a 6.500 R.P.M. y un par de 1.000 Nm entre las 2.500 y 5.000 R.P.M.

Esta monstruosa combinación permite que el descomunal modelo logre una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos y una velocidad punta de 345 km/h. La caja de cambios automática de ocho relaciones se beneficia de su montaje escorado hacia el eje trasero, de su cardán de transmisión en carbono y del diferencial autoblocante LSD controlado electrónicamente para lograr dichas cifras de prestaciones.

A este dinamismo contribuye un sistema de frenos carbocerámicos de alto rendimiento y un chasis en aluminio convenientemente reforzado, cuya rigidez supera en un 75% la del anterior Vanquish Volante; todo ello con una gran contención del peso, que se queda en 1.880 kg.

De puertas hacia adentro, el modelo es un lugar privilegiado y concebido únicamente para dos personas, en el que el salpicadero, la consola central, los asientos y los paneles de las puertas comparten sus respectivos diseños con el Vanquish coupé, lo que ya es garantía de una experiencia excelsa a bordo.

La combinación de una generosa pantalla multimedia central de 10,25 pulgadas, junto a la gran batería de botones y pulsadores hápticos que se ubica justo debajo, deja al alcance, en pocos toques, todas las funciones habituales y las que no lo son tanto, como los ajustes de la suspensión semiactiva Bilstein DTX.