El nuevo supercar de la casa británica llegará al Festival de Goodwood para alardear de su motor V12 biturbo capaz de entregar 745 CV de potencia.
La última y ultra exclusiva obra de Aston Martin y su departamento de personalización "Q" ha visto la luz; se trata del Aston Martin Valiant y es el resultado de llevar aún más lejos en rendimiento y sensaciones de conducción el ya brutal Aston Martin Valour.
El Valiant nació inicialmente como petición del piloto Fernando Alonso, quien después de pasar un tiempo con el Valour, le gustó tanto que pidió al equipo de Aston Martin que creara una variante más radical del mismo.
Según Simon Newton, jefe de dinámica de vehículos de la marca, Alonso quería un coche con menos peso y que fuera más divertido, potente y deportivo, con un aspecto inspirado en los coches de competición.
El resultado es un coche que mantiene en esencia el diseño retro del Valour, con su gran parrilla, faros redondos y carrocería musculosa, casi de un Muscle Car, a su vez inspirada en el Muncher, pero que ofrece más rendimiento y diversión.
Comparte con él su carrocería hecha íntegramente en fibra de carbono, un V12 biturbo de 5.3 litros y, para alegría de muchos puristas, un cambio manual de seis velocidades. Eso sí, ahora ese motor ha subido prestaciones hasta ofrecer unos 745 CV de potencia.
Estéticamente lo más llamativo es su nuevo y gigantesco alerón trasero, que se eleva desde sus voluminosos guardabarros traseros, aunque también por delante ha ganado con un pronunciado spoiler delantero con unas llamativas aletas laterales en las esquinas, a lo que se suma un capó con más salidas de aire y unas llantas carenadas de magnesio.
Junto a la carrocería de carbono y otros materiales ligeros como el subchasis trasero impreso en 3D o un escape cuádruple también de titanio, consigue reducir notablemente su peso, concretamente más de 113 kg de ahorro de masa, mejorando el rendimiento y las sensaciones de conducción.
Algo a lo que también ayudan sus amortiguadores adaptativos de Multimatic, con tirantes ajustables con un amplio y preciso nivel de precisión. En el interior resaltan unos exclusivos asientos Recaro, paneles de puertas hechos a medida y un volante exclusivo, que renuncia a botones e interruptores para elevar la conexión entre el conductor y la máquina.
Todo este conjunto se acompaña de una palanca de cambios que, con sus mecanismos a la vista, resulta ser toda una obra de arte. Por supuesto se han eliminado elementos que no fueran indispensables y se ha reducido el aislamiento para ahorrar más peso.
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