El piloto de Red Bull logró una nueva victoria, esta vez con un Lando Norris que al final lo puso en apuros.
Foto cortesía Red Bull Content Pool.
A pesar de haber sufrido y haber soportado una gran presión por parte de Lando Norris durante los compases finales, Max Verstappen continuó su reinado al imponerse este domingo en el Gran Premio de Emilia Romagna.
En la salida, Verstappen conseguía mantener el liderato y las posiciones se mantenían casi intactas entre todos los pilotos, que entregaron a los asistentes una arrancada muy limpia y sin accidentes.
Para destacar el mal inicio de Tsunoda, que perdía dos posiciones y bajaba hasta la novena plaza, y la buena salida de Hülkenberg, que pasaba de la décima a la octava posición, en tanto Sergio Pérez le ganaba el pulso a Ricciardo y se colocaba décimo.
Los focos se centraban en la lucha que sostenían Oscar Piastri y Carlos Sainz, que había perdido el DRS de su compañero Charles Leclerc. En la parte de atrás, Alonso decidía parar en la vuelta 8 al verse atrapado entre el pelotón, poniendo el neumático duro.
Lo propio hacían Alex Albon, Pierre Gasly y Valtteri Bottas, cubriéndose del undercut del asturiano. El primero de los pilotos de punta en pasar por boxes era George Russell, siendo Norris el siguiente en hacer este ejercicio para protegerse del undercut de Leclerc.
En la vuelta siguiente, era Oscar Piastri el que pasaba por boxes para lanzar un ataque a Sainz ante la imposibilidad de superarlo en pista. También paraban Verstappen y Leclerc, que mantenían sus posiciones.
Con todos los pilotos habiendo parado, Norris decaía un poco con el neumático duro y Leclerc se acercaba peligrosamente, colocándose a distancia de DRS. Sin embargo, el británico pudo coger aire gracias a un error del monegasco en la chicane de la Variante Alta.
Cuando parecía que todo estaba ya dictado, Verstappen reportó problemas con sus neumáticos a falta de diez vueltas para el final, situación que aprovechó Norris para acercarse y recortarle al actual campeón casi un segundo por vuelta.
Para fortuna de Red Bull, el neerlandés logró resistir y mantener la primera posición sin cometer ni un solo error, llevándose la victoria. Norris cruzó la bandera de cuadros a tan solo siete décimas del tricampeón del mundo, con Leclerc completando el podio.
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