El piloto monegasco rompió la maldición y luego de largar desde la pole y con una estrategia perfecta, se quedó con la victoria del GP de Mónaco.
Charles Leclerc ha logrado el sueño de su infancia; vencer en las calles del Principado de Mónaco en una carrera de Fórmula 1. El hombre de Ferrari superó a Oscar Piastri y Carlos Sainz, quienes arribaron segundo y tercero respectivamente.
La carrera ha comenzado con una bandera roja, luego de un fuerte accidente entre los pilotos Sergio Pérez, Kevin Magnussen y Nico Hülkenberg, quien se ha visto envuelto en el accidente por pura coincidencia.
La bandera roja se alargó debido a los daños de una de las vallas, que al igual que el coche de Pérez, quedó completamente destrozada y tuvo que repararse. Después de casi tres cuartos de hora, la acción volvía a pista, con Leclerc volviendo a tener una gran largada y poniéndose al frente de todo el grupo.
Ya con las posiciones establecidas, Leclerc rodaba en tiempos muy lentos para tratar de conservar neumáticos y llegar hasta el final con el duro, situación que comprometió mucho la carrera de los que calzaban el medio, como Verstappen o Alonso.
Ante esta situación, el piloto que más adelantado estaba con este compuesto, que era George Russell en la quinta plaza, empezó a gestionar sus ruedas también para tratar de llegar al final.
Llegados a la vuelta 23, donde se abría la ventana de paradas, los cuatro primeros hicieron un cambio de ritmo y empezaron a rodar más rápido; mientras que Russell continuaba gestionando gomas y se situaba a más de 15 segundos del grupo.
Con el paso de las vueltas y para evitar que Norris pasara por el box, Ferrari le pidió a Leclerc que disminuyera el ritmo y con esto, Russell redujo la distancia ligeramente con el grupo.
El que sí que paraba era Hamilton, que tenía más de 40 segundos de ventaja con Tsunoda, encargado de ser el principal escolta del británico. El siguiente en hacer lo propio fue Verstappen, que consiguió defenderse del undercut de Hamilton, quien se quejó de que no le avisaron de que la salida de boxes era crítica.
En los últimos compases de carrera, Leclerc puso tierra de por medio con Piastri, estableciendo una distancia de más de ocho segundos, tiempo suficiente para que el local se quedara con la victoria, seguido de Oscar Piastri y Carlos Sainz, segundo y tercero respectivamente.
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