La casa norteamericana le da una nueva vida a este legendario modelo pero en esta ocasión en modo eléctrico.
Ford ha sorprendido al mundo de la industria automotriz al revelar la nueva versión del Capri, el emblemático cupé que con su propulsión trasera tradicional, sus potentes motores, su peso ligero, y hasta sus triunfos en competición, se ganó un espacio en los años sesenta, setenta y ochenta.
La nueva generación de 4.63 metros de largo, 1.87 de ancho, 1.62 de alto y con 2.098 kilos de peso, llega con un diseño que, aunque busca cumplir con los cánones modernos, no deja de lado algunos rasgos de aquel modelo de antaño.
En su caso, la traslación de una silueta cupé baja y estilizada a un perfil crossover con una línea de cintura elevada da como resultado, para empezar, un frontal monobloque sin apenas entradas de aire, como manda la costumbre en los modelos eléctricos.
La nota de contraste la pone la pieza en color negro que ejerce como calandra, englobando el generoso óvalo de Ford y los faros, homenajeando los Capri originales Mk2 y Mk3. El guiño histórico lo completan la firma lumínica Led con parejas de trazos curvos y las letras CAPRI justo por debajo, troqueladas en el paragolpes con una tipografía especial que recuerda a la que la propia Ford empleaba en los ochenta.
En los laterales lo más llamativo es, aparte del techo rebajado con el portón trasero descendente, la manera en que Ford ha adaptado las características ventanillas posteriores del Capri original a este esquema de cuatro puertas, recurriendo para ello a la combinación de una ventanilla trapezoidal con una tercera ventanilla semiovalada.
Las llantas se ofrecerán en 19, 20 ó 21 pulgadas, siendo estas últimas opcionales para cualquiera de los acabados disponibles. La parte posterior por su parte rinde homenaje al Capri Mk2, con una sección transversal en negro que contiene la denominación del modelo y las ópticas, divididas por un elemento blanco transparente que disimula las luces de marcha atrás.
El portón y las aletas finalizan en una muy leve pero sugerente cola de pato, en otro guiño a la estética setentera. Por último, el interior del Ford Capri 2024 se muestra muy similar, por no decir idéntico, al de su pariente Explorer.
La gran diferencia de carácter la aportarán unas tapicerías y guarnecidos inéditos, de corte deportivo, al igual que el volante que adopta unos apoyos más abultados para los pulgares y un tercer brazo más estrecho con efecto aluminio y dos orificios decorativos que recuerdan a los volantes de los Capri originales.
La dotación para el conductor se circunscribe a una pantalla de 5 pulgadas que actúa como panel de instrumentos, además de integrar en su extremo derecho el mando de la transmisión automática.
Su complemento es la pantalla multimedia vertical de 14,6 pulgadas que acoge el sistema SYNC, dotado entre otras funciones con navegación conectada, el manejo del climatizador bizona y la compatibilidad sin cables con Android Auto y Apple CarPlay.
Mecánicamente el Ford Capri 2024 es el segundo modelo de la marca en utilizar la plataforma eléctrica MEB. Por tanto, ofrece los dos mismos esquemas de propulsión que ya se conocen del Explorer; un único motor en el eje posterior con 286 CV o dos motores con una potencia conjunta de 340 CV y las ventajas de la tracción integral.
Por el momento, las cifras declaradas por Ford para el nuevo Capri son de 180 km/h como velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h de 5,3 segundos para la mecánica más potente.
La vitalidad de sus baterías son idénticas a las disponibles en el Explorer, con las mismas capacidades netas de 77 ó 79 kWh, con una autonomía que aumenta hasta los 627 km en el caso de la variante de un único motor, punto donde realmente hay diferencia.
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