La temporada 2024/25 de la Fórmula E comenzó por todo lo alto; el E-Prix de San Pablo dejó como gran vencedor al piloto Mitch Evans, quien ganó tras una asombrosa remontada.
Mitch Evans ha ganado una de las carreras más alocadas de la historia de la Fórmula E, tras una gran remontada desde el fondo de la parrillas hasta el primer lugar. El neozelandés ha logrado su decimotercera victoria en la categoría eléctrica, igualando el récord de victorias de Lucas Di Grassi y Sébastien Buemi.
La primera carrera del segundo ciclo de la era Gen3, celebrada en el Circuito Sambódromo Anhembi de San Pablo, dejó mucha acción para los asistentes quienes fueron testigos de una prueba que en total tuvo cinco líderes y 111 adelantamientos.
En la salida, Oliver Rowland tomó el liderato desde la segunda posición y adelantó a un Pascal Wehrlein que no puso demasiada resistencia. La carrera fue de gestión en los primeros compases, con Maximilian Günther y Antonio Félix Da Costa aprovechando la situación para ponerse tercero y cuarto respectivamente.
Sin embargo el caos llegó apenas dos vueltas y media después, con dos toques que afectaron directamente a Nico Müller y Jake Hughes. Los dos pilotos fueron golpeados por un rival y acabaron chocándose uno contra el otro en un incidente bastante extraño que acabó con la carrera de ambos.
Las activaciones de modo de ataque empezaron después de que se acabara el periodo de coche de seguridad, dándoles un vuelco a la carrera. Al contrario que con el Gen3, ahora sí es muy efectivo y con la tracción a las cuatro ruedas, Nick Cassidy llegó a avanzar de la undécima posición a la primera.
Rowland recuperó el liderato cuando Cassidy se quedó sin modo de ataque y abrió un hueco lo suficientemente grande para completar su primera activación sin perder posición. Esto provocó la reacción de Porsche con Wehrlein, mientras su compañero de equipo Antonio Felix da Costa, hacía lo propio una vuelta después.
Con esto, los dos Porsche llegaron a ponerse primero y segundo, aunque Rowland logró superarlos con su segundo modo de ataque. Las activaciones volvían a ser vitales con Günther aprovechando para superar a Wehrlein y ponerse tercero.
La carrera dio un nuevo vuelco en la vuelta 21, cuando sacaron la bandera roja tras un fallo de fiabilidad del Andretti de Jake Dennis. Tras la bandera roja, la FIA optó por una salida detenida, en la que Rowland adelantó a Da Costa y empezó a tirar con todo para protegerse de Cassidy.
El neozelandés activó el modo ataque y pasó de la sexta a la segunda plaza, pero no llegó al piloto de Nissan. No obstante, al igual que Nato y los McLaren, Rowland fue sancionado con un ‘drive through’ por exceso de potencia, que le hizo caer fuera de la zona de puntos.
Esto puso a los Jaguar, después de que Evans también hubiese remontado, primero y segundo. Evans activó más tarde y tenía más tiempo de modo de ataque, por lo que se puso al frente con Cassidy a su estela.
Giros más tarde, Wehrlein, Cassidy y Günther llegaron en paralelo a la curva 5 y ninguno de los tres pudo salir sin daños de ese incidente. El neozelandés tocó a los dos alemanes con Günther yéndose contra el muro, mientras Wehrlein acabó volcado después de ser golpeado por Cassidy en la salida de esa chicane. El inicidente generó una nueva bandera roja por parte de la FIA.
En esta oportunidad los pilotos tuvieron una salida lanzada, siend Evans el encargado de comandar las acciones justo por delante de Da Costa y los dos McLaren quienes buscaban afanosamente hacerse con la punta de carrera.
Al caer la bandera a cuadros, Mitch Evans se quedaba con la victoria, Da Costa finalizaba en segundo lugar, mientras Taylor Barnard y su McLaren se tenían que conformar con el tercer escalón del pódio.
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