El español realizó una carrera perfecta y se coloca como firme candidato para ganar las 500 Millas de Indianápolis.
Foto cortesía IndyCar Series
Victoria, liderato y golpe de autoridad por parte de Álex Palou en el primer capítulo del mágico mes de mayo en la IndyCar; el piloto español se impuso en el IndyGP luego desde largar desde la pole.
En la salida, Lundgaard tomó la delantera en la curva 2 de la primera vuelta y se mantuvo al frente hasta hacer su primera parada en boxes en la vuelta 19 junto con Palou, que iba segundo después de que Power hiciera su primera parada en la vuelta 18.
Eso preparó el escenario para una pelea táctica que se centró tanto en las estrategias y paradas en boxes como en el manejo de los mismos pilotos durante el resto de una carrera que tuvo en total 13 cambios de líder.
Las paradas decisivas se produjeron al final del segundo stint; Power entró en boxes al final de la vuelta 39, intentando socavar al líder Lundgaard, quien hizo su detención en la siguiente vuelta en reacción a la sorpresiva parada temprana de Power.
Cuando parecía que Power tenía todo para adelantar a Lundgaard, cuando este saliera de boxes en la vuelta 40, el Honda número 28 de Marcus Ericsson se interpuso y permitió que Lundgaard mantuviera la ventaja.
Mientras tanto, Palou se detuvo en la vuelta 41 con una estrategia de overcut y salió de boxes por delante de Lundgaard. Cuando el resto de pilotos realizó sus paradas, Palou se encontró al frente en la vuelta 45 y aumentó constantemente su brecha sobre Lundgaard.
La mayor parte de los 27 autos hicieron sus últimas paradas entre las vueltas 62 y 65, giro en el que Palou tomó la delantera de manera definitiva la cual no soltó hasta ver la bandera a cuadros.
El segundo lugar fue Will Power, mientras que Christian Lungard se quedó con el último escalón del podio.
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