La firma italiana renace gracias a un modelo con el que Stellantis se adentra en el segmento de los utilitarios premium.
La nueva generación del Ypsilon da un paso hacia adelante, permitiendo al Grupo Stellantis introducirse en el segmento de los utilitarios premium, compitiendo con rivales como por ejemplo el Audi A1 y el Mini.
La segunda entrega es más larga, más ancha y está equipada con llantas de aleación de 17 pulgadas, más grandes que las del Ypsilon anterior. El nuevo modelo es un producto elegante y futurista que presume de ser el primero en aplicar el Lancia Pu+Ra Design, el nuevo lenguaje de diseño de la marca italiana que se extenderá a los tres modelos que tiene pensado lanzar en los próximos años.
La carrocería está marcada por formas suaves, con un frontal liderado por el cálice de Lancia, reinterpretado en clave moderna, un elemento icónico que se proyecta hacia el futuro a través de tres rayos de luz led.
El cáliz abraza las nuevas letras Lancia, elaboradas en acero inoxidable satinado y con una tipografía inspirada en el mundo de la moda. La parte delantera del nuevo Ypsilon se inspira en el Beta Montecarlo, adoptando un color negro brillante para resaltar mejor las referidas letras de la compañía.
La parte trasera es fácilmente reconocible debido a una serie de elementos que toman su inspiración de modelos icónicos de la compañía. Así pues, se aprecian unos pilotos led redondos en un claro guiño al Lancia Stratos, acompañados de una letra Y situada horizontalmente dentro de los círculos.
El utilitario apuesta por un diseño interior con personalidad propia, liderado por materiales de buena calidad en determinadas áreas del habitáculo, dos pantallas digitales de 10,25 pulgadas, una botonera física para manipular el climatizador y el “tavolino”, es decir, una mesa de centro con tapicería de cuero hecha a mano, pensada para crear un espacio hospitalario y acogedor.
Uno de los grandes protagonistas es el terciopelo, presente en los asientos eléctricos con función de masaje y calefacción y sus respaldos con un motivo acanalado y costuras dobles, acompañado del icónico tono azul, el mismo que también luce en los paneles de las puertas y el salpicadero.
El otro protagonista es el sistema de infoentretenimiento Sound Air Light Augmentation, que reúne las funciones de audio, climatización e iluminación. Esta interfaz virtual e inteligente también viene con Bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto de serie, un cargador de teléfono inalámbrico y tres puertos USB-C.
Mecánicamente el modelo italiano estará disponible tanto con mecánicas de combustión interna como con versiones 100% eléctricas. Su variante alimentada por baterías estará impulsada por un motor eléctrico de 156 caballos de potencia y 260 Nm de par máximo.
Estas cifras dan como resultado hasta 403 kilómetros de autonomía en ciclo combinado WLTP, con carga rápida en 24 minutos del 20% al 80% gracias a su batería de 51 kWh. Lancia dice que el consumo energético de esta versión se sitúa entre 14,3 y 14,6 kWh cada 100 km.
Más adelante se incorporarán versiones con motor de combustión, con mecánicas electrificadas basadas en el bloque PureTech de 1.2 litros, con 100 o 136 caballos de potencia, acompañado de tecnología microhíbrida para impulsar el motor de combustión apagado en determinadas circunstancias.
Lancia apostará por este tren motriz mild-hybrid, pero solo llegará la variante con 100 CV para así marcar buenas diferencias con la versión 100% eléctrica en términos de potencia y rendimiento.
El tope de gama será el esperado Lancia Ypsilo HF, una versión de corte deportivo que no solo lucirá una estética más agresiva, sino que también presumirá de una puesta a punto del chasis específica y de un sistema de propulsión similar al del Abarth 600e.
Esto quiere decir que bajo el capó se ubicará un motor eléctrico con un total de 240 caballos de potencia, digeridos por un tren delantero que recibirá la ayuda de un diferencial autoblocante.
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