El todoterreno alemán recibe importantes cambios principalmente en lo que a potencia se refiere.
Mercedes ha querido presentar una importante actualización al Clase G, cambios que ahora le permite estar más conectado, ser más eficiente, al tiempo que mejora sus opciones de personalización y aumenta su capacidad tecnológica.
A nivel estético Mercedes no ha querido introducir cambios significativos, de manera que la mejor forma de distinguir al actualizado Clase G del modelo actual, es mirando su frontal, donde ahora luce una nueva parrilla con cuatro lamas horizontales en lugar tres.
Los paragolpes delantero y trasero también se han rediseñado, con el nuevo revestimiento del pilar A y el lip del spoiler en el borde del techo completando las modificaciones, al mismo tiempo que mejoran la aerodinámica y el confort acústico del modelo alemán.
La firma de la estrella también introduce nuevas llantas que van desde las 18 hasta las 20 pulgadas, así como un nuevo color exterior azul sodalita metalizado. Mercedes ofrece a los clientes la posibilidad de mejorar la imagen del coche con las líneas Professional Line, Exclusive Line y AMG Line.
En su interior, el principal cambio se da con la presencia de un nuevo volante con superficies de control táctiles tapizado en napa, acompañado de una consola central modificada que incluye un control táctil rediseñado para manipular un sistema multimedia MBUX de última generación, con pantalla de 12,3 pulgadas, asistencia por voz y conectividad inalámbrica para el smartphone vía Apple CarPlay o Android Auto disponible en todas las variantes.
Las salidas de aireación redondas ahora incluyen iluminación y el centro de control todoterreno, con los interruptores de los tres bloqueos de diferencial, se ha rediseñado para ofrecer al usuario un acceso rápido a funciones como el Offroad Cockpit y el capó transparante.
Todo ello se combina con la presencia de nuevos asistentes y ayudas a la conducción tales como el asistente activo a la dirección, el de frenada de emergencia, así como el ajuste de velocidad en función de la ruta, los cuales se suman al detector del ángulo muerto, el control de crucero adaptativo y el asistente de aparcamiento semiautomático, entre otros.
En el apartado mecánico hay novedades importantes, siendo la más destacada la presencia de una arquitectura eléctrica de 48 voltios que permite a las tres versiones disponibles acceder al distintivo ECO de la DGT.
Mercedes dice que gracias a la electrificación, el Clase G ofrece una respuesta mejorada y un mayor confort, siendo la clave de esta tecnología un alternador arrancador integrado que proporciona brevemente 20 CV adicionales y 200 Nm de par.
La firma alemana sigue apostando por el motor diésel y buena prueba de ello es el G 450 d, alimentado por un bloque de seis cilindros que ofrece 367 caballos de potencia y 750 Nm de par máximo.
Junto a esta versión aparece el G 500, que se olvida del V8 para dar la bienvenida a un motor biturbo de seis cilindros en línea y 3.0 litros, con 449 CV y 560 Nm. La alternativa más prestacional sigue siendo el AMG G 63, dotado de un bloque V8 biturbo de 4.0 litros con 585 CV y 850 Nm.
Todos ellos se conectan a una caja de cambios automática de 9 velocidades, con reductora, ayudada por un sistema de tracción a las cuatro ruedas permanente, 40% del par adelante y 60% atrás.
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