El icónico todoterreno llega para ofrecer una aventura off-road lujosa y a su vez más silenciosa.
Mercedes benz ha presentado una de las mayores novedades dentro de su familia de modelos EQ, se trata del Mercedes G 580, que, aunque en realidad no se llama EQG como todos pensaban, cuenta con la tecnología de la familia eléctrica de la casa de la estrella.
El modelo estéticamente exhibe formas muy reconocibles, y es que tan solo se han aplicado una serie de cambios ligeros para diferenciar a esta versión de las de combustión, como por ejemplo, una parrilla diferente, un capó situado en una posición más elevada y grupos ópticos circulares encastrados en una pieza de color negro.
Así mismo, Mercedes introduce mejoras aerodinámicas como un nuevo revestimiento del pilar A, un pequeño labio en la parte inicial del techo y unas cortinas de aire en los pasos de rueda traseros.
Todo ello se combina con una caja de diseño en la parte trasera que alberga los cables de carga en lugar de la rueda de repuesto y unas llantas de 18 o 20 pulgadas, en tanto en la parte baja falta todo el sistema de escape como no podía ser de otra forma.
En su interior esta versión eléctrica cuenta con el mismo sistema de infoentretenimiento MBUX del resto de versiones de combustión, pero puede incorporar opcionalmente una unidad de control todoterreno rediseñada y el nuevo Offroad Cockpit con el objetivo de mejorar la experiencia todoterreno con funciones digitales adicionales.
Lo que sí se incluye de serie es un volante multifunción en napa, iluminación ambiental, sistema de sonido envolvente Burmester 3D y el capó transparente. La principal novedad de este coche es que cuenta con una configuración de cuatro motores eléctricos, de forma que cada unidad se encargará de administrar el par de cada rueda.
De ahí que el coche tenga una facilidad pasmosa para realizar giros de 360 grados, los denominados 'Tank Turn' que tan populares se están haciendo en algunos modelos eléctricos con vocación off-road.
Al trabajar de forma conjunta se genera un total de 587 caballos de potencia, es decir, es el Clase G más potente del mercado, pero también el más pesado ya que supera las tres toneladas, de ahí que su consumo energético oscile entre 27,7 y 30,3 kWh/100 km.
Los cuatro motores eléctricos controlados individualmente se alimentan de una batería con 116 kWh de capacidad útil que va integrada en una estructura encargada de prevenirla de la entrada de agua y la suciedad, estando protegida por un panel inferior de 26 mm de grosor.
La autonomía máxima que promete es de 473 kilómetros y se puede cargar a un máximo de 200 kW en corriente continua, de manera que es capaz de pasar del 10 al 80% en 32 minutos.
El 4x4 impulsado por baterías utiliza el mismo chasis de largueros y travesaños del Clase G, lo que significa que el Clase G eléctrico continuará siendo un gran todoterreno pues sigue contando con reductora, además de vectorización inteligente del par y una profundidad máxima de vadeo de 850 milímetros.
La firma de la estrella también ha confirmado que este coche utiliza una suspensión de doble horquilla en el eje delantero y un eje rígido de nuevo desarrollo en el trasero. Además, Mercedes asegura que el coche se mantiene estable en pendientes laterales de hasta 35 grados.
Este Clase G eléctrico presume de algunas funciones exclusivas como la citada G-Turn, que permite realizar giros sobre si mismo en superficies sueltas o sin asfaltar; G-Steering, para ofrecer un radio de giro significativamente menor al conducir fuera de carretera y G-Roar, que crea un sonido artificial para ofrecer una experiencia sonora única.
Además, el usuario podrá beneficiarse de una suerte de control de crucero para la conducción off-road que mantendrá una marcha constante en función de tres velocidades para que el conductor se centre únicamente en actuar sobre el volante.
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