La nueva generación del SUV compacto gana en longitud y altura, ofreciéndose en formato 100% eléctrico por primera vez.
Mini ha presentado la nueva generación del Countryman, un SUV que no solo abanderará la electrificación de la marca convirtiéndose en un coche con trenes motrices eléctricos, sino que además será el primer Mini que se producirá enteramente en Alemania.
La nueva generación mantiene la silueta y líneas maestras del Countryman que todos conocen, con una generosa altura libre al suelo que junto a configuraciones de tracción integral permitirán ofrecer un comportamiento muy versátil.
Su longitud aumenta en 13 centímetros para llegar a los 4,43 metros, mientras que su altura gana otros 6 cm para irse hasta los 1,65 metros, de forma que ofrece una mayor habitabilidad, que refuerza su posición como el Mini más práctico de la familia.
Estéticamente el modelo se apoya en superficies nítidas, un techo ligeramente curvado y un pilar C de nuevo diseño que cobra especial importancia pues adoptará una forma específica para cada acabado, así como la característica banda negra circunferencial.
En el frontal destacan unos faros que ya no están enmarcados con elementos cromados, junto con un capó ligeramente curvado, mientras que la vista lateral muestra unas llantas de hasta 20 pulgadas y unos pasos de rueda más anchos.
El interior apuesta por la sostenibilidad empleando materiales como el poliéster reciclado a partir de botellas PET y restos de moqueta en el salpicadero, el volante, el techo y el suelo del vehículo así como en las alfombrillas.
El habitáculo cuenta con un diseño minimalista basado en el lenguaje "Charismatic Simplicity", con colores especiales elegidos y una pantalla táctil central encargada de sustentar el nuevo sistema operativo Mini 9.
También se ha prescindido de elementos decorativos tanto para el exterior como el interior y se ha empleado una aleación ligera con hasta 70% de aluminio secundario para las llantas; todo ello con el primer asistente por voz de la marca, que puede activarse con el saludo "Hey MINI" o a través de un botón en el volante, y el Mini Experience Modes opcional para crear una experiencia de usuario inmersiva.
En cuanto a su mecánica y cifras, es allí donde se presentan las mayores novedades, dado que el nuevo Mini Countryman se ofrece tanto con variantes de combustión tradicionales como con trenes motrices 100% eléctricos.
Respecto a estos últimos, la versión de acceso Mini Countryman E llega con una potencia de 204 CV, mientras que por encima de él se sitúa un Mini Countryman SE ALL4, que se convierte en el primer Mini 100% eléctrico con tracción total de la historia de la compañía, gracias a sus dos unidades motrices situadas en el eje delantero y trasero respectivamente para ofrecer una potencia conjunta de 313 CV.
Además, cuenta con una batería de 66,4 kWh que le otorga a este SUV eléctrico una autonomía de hasta 462 kilómetros. En cuanto a las variantes de combustión, los Countryman S y John Cooper Works seguirán estando presentes, sumándose a la gama el Countryman C como escalón de acceso.
Este último es el único de tracción delantera ya que las otras dos versiones optan por la tracción a las cuatro ruedas para transmitir toda su potencia, desconocida por ahora, al asfalto.
Independientemente de la motorización elegida, el Countryman presume de unas vías ensanchadas y una distancia entre ejes ampliada proporcionando la base para un excelente dinamismo de conducción.
De forma opcional, el usuario puede optar por una suspensión adaptativa que rebaja la altura de la carrocería en 15 milímetros, elemento que encajará a la perfección con los neumáticos más anchos, hasta 245 milímetros y el Mini Experiences Modes, con el modo Go-Kart pensado para sacar la máxima deportividad al conjunto.
Disponible en los acabados Essential, Classic, Favoured y JCW, el Mini Countryman 2024 iniciará su producción en Leipzig en noviembre de este mismo año, con las primeras unidades llegando a los concesionarios a finales de 2023, con precios que van desde los 37.500 euros.
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