El piloto nativo de Las Vegas, apostó el domingo por quedarse en pista en lugar de buscar combustible durante un par de reinicios en tiempo para vencer en Talladega.
Kyle Busch ha vuelto a demostrar porqué es uno de los pilotos más experimentados en lo que a manejo de estrategias se refiere en la NASCAR Cup Series; el piloto del Richard Childress Racing, se impuso este domingo en la GEICO 500, carrera disputada en el Talladega Superspeedway.
Busch tenía suficiente combustible para ver a la bandera a cuadros cuando media docena de otros autos a su alrededor, se juntaron en un accidente mientras peleaban por el primer puesto en la última vuelta del segundo tiempo extra.
Tanto Busch como Bubba Wallace, intercambiaron el liderato durante las dos últimas vueltas de la carrera, sin embargo Wallace fue rebasado por Ryan Blaney cuando ambos competían por el liderato justo después de que ondeara la bandera blanca de la última vuelta.
El Toyota de Wallace giró de lado, golpeó la pared y desencadenó un accidente que eliminó a varios de los autos que iban al frente, mientras que Busch pudo continuar y obtener su segunda victoria de la temporada y la número 62 en la división mayor.
Blaney, quien lideró 47 de las 196 vueltas, parecía encaminado a romper una racha de 55 carreras sin victorias en Talladega antes del incidente de la última vuelta; a pesar de ello, pudo continuar después del contacto con Wallace para cruzar en segundo lugar.
El piloto de Roush Fenway Keselowski Racing, Chris Buescher, terminó tercero, seguido por Chase Briscoe y Brad Keslowski, encargados de completar el Top cinco.
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