Uno de los modelos más populares de la casa de los cuatro aros estrena nueva generación y con ella una serie de novedades.
Audi presentó de manera oficial la tercera entrega del Q5, una generación que llega cargada de novedades principalmente en materia estética y mecánica, mostrando un modelo mucho más moderno.
A nivel estético el Q5 muestra un frontal en donde todos los elementos característicos se han colocado en un plano más alto que el modelo anterior. No puede faltar la parrilla Singleframe, flanqueada por paneles verticales y cortinas de aire funcionales, con unos grupos ópticos esculpidos de nueva factura y una gran entrada de aire en la parte inferior.
La transición hacia atrás está liderada por una línea de hombros que conecta las luces delanteras con las traseras, llevando a una zaga que reduce al máximo sus líneas. Aquí destaca una franja luminosa tridimensional con un corte pronunciado en todo el ancho del coche, el spoiler del techo y un difusor perfectamente integrado en el paragolpes.
Las luces digitales cuentan con tecnología OLED de segunda generación y puede reaccionar a situaciones de emergencia en la carretera, ya sea accidentes o averías, proyectando símbolos de advertencia para el resto de usuarios de la vía.
En cuanto a los escapes, las versiones diésel tendrán las salidas a la izquierda, mientras que las versiones de gasolina las montarán a ambos lados. Las únicas salidas redondas le corresponderán a la variante más prestacional, el SQ5.
De puertas para dentro, se tiene un interior completamente nuevo cuyo componente central es el denominado “Digital Stage”, que combina las diferentes pantallas del Audi MMI panorámico, es decir, una de 11,9 pulgadas del Audi virtual cockpit y otra de 14,5 para el sistema multimedia soportado por Android Automotive.
Además, de forma opcional puede aparecer una tercera pantalla de 10,9 pulgadas para el pasajero delantero. También hay que destacar la presencia de un asistente digital con soporte de inteligencia artificial, representado por primera vez en forma de avatar en la pantalla táctil central y en el head-up display opcional.
El Q5 ahora ofrece más espacio tanto para la cabeza como para las piernas, además de ser más practico gracias a una guantera central con mayor capacidad y nuevos comportamientos de almacenamiento.
Además, presume de una mejor insonorización gracias en parte al parabrisas con acristalamiento acústico de serie. En las plazas traseras hay un banco totalmente ajustable ya sea longitudinalmente o con la inclinación del respaldo, dando lugar a un maletero de hasta 1.473 litros.
En la parte técnica son varias las novedades, siendo su plataforma la más importante, ya que este coche es el primer SUV de Audi montado sobre la nueva arquitectura PPC, es decir, la misma que da vida al nuevo Audi A5.
Otro aspecto a destacar es el nuevo sistema microhíbrido de 48 voltios, que además de apoyar al motor de combustión con sus 24 CV y reducir tanto las emisiones como el consumo, permite una conducción puramente eléctrica de forma limitada.
Por el momento habrán únicamente tres versiones, aunque posteriormente se dice que se harán más incorporaciones, incluyendo variantes híbridas enchufables, todas ellas microhibridadas y con caja de cambios automática de siete velocidades.
De esta forma, el nuevo Q5 contará con una mecánica diésel y otra gasolina, única que puede ser de tracción delantera, ambas de 2.0 litros y con 204 CV, mientras que el SQ5 se despide del diésel para dar paso a un bloque V6 de 3.0 litros con 367 CV.
Finalmente el Q5 ofrece dirección progresiva mejorada de serie y una suspensión con tecnología FSD, aunque de forma opcional se puede optar ya sea por una suspensión deportiva o por otra neumática adaptativa.
La marca alemana indica que esta última, en comparación con el modelo anterior, ofrece una diferencia mucho más notable entre los modos confort y sport.
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