McLaren ha querido reinventar el segmento de los hypercars con esta nueva joya capaz de acelerar de 0 a 100 Km/h en solo 2.7 segundos.
McLaren presentó el nuevo W1, el hypercar más potente de calle jamás construido por el fabricante inglés, propulsado en esta oportunidad motor V8 biturbo de 4,0 litros con asistencia de batería.
El nuevo propulsor tiene 1.258 CV y 1.353 Nm de par motor, lo que le asegura un tiempo de 0 a 100 km/h en solo 2,7 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente de 320 km/h, igual que el P1.
El nuevo motor, bautizado como 'MPH-8', se ha construido completamente desde cero; desarrolla 916 CV y tiene la potencia más alta jamás producida por un motor McLaren, 233 CV por litro.
Su bloque ligero, el tren de válvulas rígido y los orificios de los cilindros recubiertos de plasma, ayudan a alcanzar un límite de 9.200 rpm, mientras que los dos turbocompresores twin-scroll se activan a sólo 2.500 rpm.
Al nuevo corazón V8 se suma un 'E-Module', que consta de un motor eléctrico de flujo radial, una unidad de control del motor y un paquete de baterías de 1,4 kWh, que añade 342 CV adicionales a la potencia del motor de gasolina y permite al McLaren W1 circular sólo con electricidad durante unos escasos 1,6 kilómetros.
El peso total de todos los componentes híbridos se ha reducido en 40 kilos en comparación con el P1, por lo que el McLaren W1 registra un peso en seco de sólo 1.399 kilos, 3,5 kg menos que el P1.
La potencia y el par se envían exclusivamente a las ruedas traseras por cortesía de un diferencial electrónico; todo ello acoplado a una transmisión automática de ocho velocidades con marcha atrás eléctrica.
El diseño se centra en el nuevo chasis monocasco 'Aerocell' de McLaren, que combina una posición de asiento fija con ajustes en el volante y los pedales, así como las nuevas Puertas Anhedral.
Los asientos integrados en el Aeorcell ayudaron a McLaren a ahorrar 5 cm de distancia entre ejes, mientras que las puertas Anhedral mejoran el flujo de aire sobre los guardabarros delanteros.
McLaren pasó más de 350 horas en el túnel de viento con el W1 y probó más de 5.000 puntos individuales para asegurarse de que fuera el superdeportivo más aerodinámico que la compañía jamás haya construido.
El coche tiene un alerón trasero 'Active Long Tail' inspirado en el F1 GTR de 1997 que mejora la resistencia aerodinámica y aumenta la carga en este mismo apartado. Un desviador de flujo de aire en el techo envía aire fresco al vano motor, mientras que los alerones delanteros y traseros activos ayudan a generar 350 y 650 kilos de carga aerodinámica, respectivamente, en modo Race, logrando una carga aerodinámica total de 1.500 kg.
La altura de conducción desciende 2,5 cm en la parte delantera y 5 cm en la trasera en el modo Race, mientras que el alerón trasero se extiende hasta 4,8 cm cuando está activado, actuando también como freno neumático en frenadas fuertes.
Bajo la carrocería deslizante se encuentra el nuevo Control de Chasis Activo Race III de McLaren, que se puede configurar en tres ajustes diferentes: Confort, Sport y Race. Las pinzas forjadas de seis pistones adelante y de cuatro pistones atrás, con discos cerámicos de carbono, ayudan al W1 a reducir la velocidad rápidamente. A 100 km/h, el McLaren W1 se detiene en 29 metros y a 200 km/h, sólo necesita 100 metros.
Para ayudar a mantener toda esa potencia conectada a la carretera, el W1 viene de serie con neumáticos Pirelli P Zero Trofeo RS de medidas 265/35 adelante y 335/30 atrás. McLaren también ofrece neumáticos P Zero R para un uso más habitual en carretera y neumáticos Pirelli P Zero Winter 2.
El habitáculo cuenta con una pantalla táctil de 8,0 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, así como con conexiones USB-A y USB-C. Un pequeño estante detrás de los asientos, ofrece hasta 116 litros de almacenamiento en el coche.
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