El departamento más exclusivo de Rolls-Royce revela su última creación, un roadster V12 de última generación y altamente personalizado en cada una de sus cuatro unidades.
Rolls-Royce no ha perdido el gusto a crear piezas aún más exclusivas que su gama corriente a través de su exclusivo departamento de coachbuilt, una suerte de filosofía de carrocero tradicional de inicios del siglo XX.
Tras los Rolls Royce Sweptail y Boat Tail, se suma el nuevo Rolls-Royce Droptail, un roadster biplaza con un motor V12 biturbo de 600 CV y cuerpo totalmente nuevo, que Rolls-Royce ha presentado como el pináculo absoluto de la marca.
Al igual que otros modelos de la marca, este Droptail tiene cierta inspiración náutica y en modelos como el Rolls-Royce Silver Ghost Sluggard de 1912, el Rolls-Royce Phantom Brewster New York Roadster de 1930 y el Rolls-Royce Silver Ghost Piccadilly de 1925.
Pero a pesar de lo que pudiera parecer, este es un coche totalmente nuevo no basado en ningún otro Rolls-Royce actual, ya que es más pequeño que un Spectre y luce un diseño muy aerodinámico comenzando por su frontal con faros delanteros finos y la tradicional parrilla de Rolls-Royce más corta y sutil.
Sin embargo lo más llamativo en el nuevo Droptail es sin duda su estilizada trasera, con un final afilado y un spoiler flotante que no se parece a nada visto anteriormente en la casa británica.
De hecho el modelo es un coche totalmente nuevo desde el mismo chasis hasta el pilar B, en donde se utilizó acero para soportar el tren motriz y las puertas. Después del pilar B, el chasis es todo de fibra de carbono, con tres secciones unidas entre sí; de hecho, los paneles de los cuartos traseros son las piezas de fibra de carbono más grandes jamás creadas por Rolls-Royce.
Para la cabina Rolls ha adoptado un enforque minimalista con únicamente tres botones a la vista en el tablero, lo cual, según explican, ha requerido de cuatro años de intenso desarrollo por parte de la casa británica.
Bajo el capó se esconde un motor V12 biturbo de 6.75 litros ya conocido por Rolls Royce, pero que aquí ofrece 600 CV y 840 Nm de par máximo, ganando de esta forma 30 CV adicionales, un aumento de potencia que hasta ahora no se había buscado en un proyecto coachbuilt.
Eso sí, la caja de cambios sigue siendo la misma de modelos como el Wraith y el Dawn, una caja automática de 8 velocidades. Rolls-Royce señala que su plan es construir únicamente cuatro Droptails, cada uno con un aspecto distinto que busca contar una historia única y personal, que refleja la ambición, las visiones y los patrones de gusto de su cliente.
El primero de esos cuatros se llama La Rose Noire y se inspira en un tipo de rosa por el que los propietarios encargados tienen una predilección particular; es por eso que este modelo destaca por sus tonos rojo y negro con reflejos en rojo oscuro.
Por su parte en el interior, se utilizan 1603 piezas de revestimiento de madera de sicómoro negro para crear un diseño que sugiere pétalos de rosa esparcidos por el viento. Un reloj Audemars Piguet, también diseñado a medida, está también presente en el salpicadero, e incluso se puede quitar y usar.
Para rematar hay un compartimento de refrigeración especial para guardar botellas de champán del propio viñedo de los clientes. Si bien no hay información sobre el precio de este u otros Droptail, se especula que cada pieza ronda los 20 millones de euros.
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